Tiempo de silencio

HAY camposantos con más vida que el PP. Matrimonios desgastados por años de rencores con mayor comunicación. Cablegramas del Vaticano y barras americanas con más debate. El ingreso en prisión de Bárcenas, el hombre que ha estado manejando billetes del partido durante tres décadas, ha abierto en la sede de Génova un silencio de cementerio nuclear.

La situación de Bárcenas, que hoy cumple cinco días entre rejas haciendo cuentas, según su costumbre, dio paso ayer a la reunión de la jefatura del PP más breve que se recuerda. Rajoy no le dedicó una palabra. Tampoco a los sobresueldos ni a los francos suizos. Ni a las noticias acerca del sorprendente incremento patrimonial de algunos cargos obtenido al calor, aseguran, de la oscura contabilidad. Y nadie preguntó nada. Como estaba previsto.

Rajoy, que está convencido de que el silencio y la previsibilidad son virtudes políticas, salió satisfecho. Pero, todo hay que decirlo, su parquedad contrasta con la entrega y generosidad que prodiga cuando se trata de hablar de gestas deportivas o de fiestas patronales. Entonces sí, saca el estadista que lleva dentro, lo cual es muy de agradecer, porque contribuye a relajar el clima envenenado que se respira cuando la calle se encabrona.

No podrá decirse que el PP no esté actuando con coherencia. El mismo día que se produjo el encarcelamiento del viejo tesorero, la secretaria general fue la primera en dar ejemplo: salió al paso del terremoto con un comunicado de diecisiete palabras, en lo que debe de ser un récord de concisión para este tipo de catástrofes. Cospedal, que ha utilizado estriptís como sinónimo de transparencia porque sabe que en su boca la palabra tiene picante en la España agrícola, asegura que no hay miedo en sus filas, que todo es tranquilidad.

La estrategia del PP sólo tiene un inconveniente, y es que al final el ciudadano se convenza de que Dyango tiene más cosas que decir que Rajoy. Pero quizás para entonces haya remontado un poco la economía, se haya conseguido amansar a L. B. y aún queden suficientes asientos en el Ministerio de la Oposición.

>Veael videoblog de Carlos Cuesta La escopeta nacional. Hoy: Los electores no quieren dos PP.